Lo que aprendimos digitalmente en nuestro encierro, fue el punto de partida.
Mucho profesorado del planeta, junto a directivos y cargos empresariales, tuvieron que hacer una transición al mundo digital en menos de dos semanas en el año 2020.
Cuando buscaban información en la red para hacer frente a este enorme reto, dos grandes pilares quedaron claramente expuestos a la luz:
- el concepto de seguridad digital de la ciudadanía era cuanto menos bajo: no mantenían en secreto identidades virtuales, usaban fuentes sin citar la propiedad intelectual, no recordaban contraseñas o básicamente eran incapaces de mantener en buen estado sus dispositivos tecnológicos en casa.
- por otro lado, el hecho de haber hablado y debatido mucho sobre el aumento de la capacidad del alumnado para usar herramientas y plataformas digitales con éxito, se había quedado más bien en “palabras” y no en hechos: miles de horas de creación de recursos on-line para después ver que existía un porcentaje de estudiantes que no accedían al trabajo nunca, familias que ante la desesperación realizaban las evaluaciones de sus hijos o puntos de acceso que no estaban suficientemente actualizados para poder desempeñar ni las tareas más sencillas.
Ante estos dos descubrimientos la visión de Novelingo viene a proponer una tercera apuesta que asegure el modo y la duración de nuestros aprendizajes digitales. El enfoque de nuestra empresa radica en mezclar la formación y el conocimiento digital básico del individuo con la mejora del interés hacia este nuevo campo de trabajo.
Si no aumentan nuestras destrezas a la vez que nuestras capacidades, no lograremos el éxito del aprendizaje. Y en este punto de partida nos encontramos ahora: consiguiendo cimentar una formación de calidad y llena de retos futuros.
Beatriz Toca Mestanza