El uso de métodos activos como la gamificación, están bien cimentados dentro de Novelingo, pero ¿sabemos por qué y para qué nos es útil en la formación que realiza cualquier empresa?
No debemos caer en la confusión de que “sólo vamos a introducir un juego” entre los usuarios/as y sin ningún esfuerzo extra, vamos a obtener un fin exitoso y educativo.
Gamificar, va más allá de ese concepto.
Se crean toda una serie de actividades y experiencias que requieren de sus desarrolladores, manejar conceptos como:
– dominio del buen uso de los temas transversales de la sociedad,
– tener un gran conocimiento de las TICs,
– adaptar los contenidos a todo rango de empresas a nivel económico y conceptual,
– contar con un adecuado asesoramiento pedagógico y legal, etc.
Sólo de este modo, se llega a plantear una buena actividad gamificada, que incluya una clara narrativa y normas del juego para quien lo va a usar en su formación; conocer cuántas dificultades pueden encontrarse los trabajadores y trabajadoras en su realización; si son de interés los premios o recompensas en su desarrollo y si al final, proporciona a los jugadores una experiencia positiva y lúdica (a la par que educativa).
Horas de esfuerzo y labor continuada que hacen que nuestro producto se adecúe a cada tipo de sector, departamento o equipo de profesionales que lo requieran.
Así pues, podemos responder a la pregunta realizada al inicio de nuestro artículo: ¿nos es útil esta herramienta en los cursos que se plantee impartir una empresa?
Sí. Sin duda. Porque nos hace triunfar al conseguir una formación integral de su plantilla, adquiriendo conceptos a largo plazo y mejorando el interés del individuo hacia su situación laboral.
Beatriz Toca Mestanza