Al jugador se le propone un viaje por el Flamenco de la mano del Piyayo, un personaje histórico del flamenco malagueño. Y aquí comenzó el primer desafío. Porque en las primeras versiones, el juego se limitó geográficamente a Málaga. Pero conforme avanzamos en su desarrollo entendimos que esa limitación no tenía sentido. Tras decidir que no sería un juego formativo sobre el flamenco en Málaga, sino que sería general y abierto, fue necesario un nuevo guión, pese a que ya se había avanzado en las ilustraciones, pero nunca se cuestionó que el Piyayo sería nuestro cicerone.
Así, en la versión final de Flamenco!, el jugador es captado por el Piyayo en una calle malagueña y se le ofrece un viaje por el flamenco, por su música y por lo que podŕiamos llamar geografía flamenca. Además del Piyayo, el jugador dispone de más maestros: Edgar Neville, cineasta español muy vinculado a la historia del flamenco, una bailaora llamada María y un guitarrista que responde por Paco. Y sin historia, ni otra excusa que el simple conocer más y más del flamenco, el jugador recibe un curso ameno en siete capítulos.
Los escenarios y personajes son creación de Sergio Cerón, quien ya trabajó con nosotros en ‘Un hacker accidental’, y a quien se le pidió que en este proyecto que los dibujos y colores fueran vitalistas, amables y llenos de vida. Y el resultado superó incluso las expectativas. El arte de este videojuego marca otra vez un hito de calidad, continuando lo que creemos es uno de los rasgos característicos de nuestros Serious Games.
Una de las premisas de trabajo de Flamenco! siempre fue que no podía ser solo enseñanza basada en textos e imágenes, aquí la música era central. Así que esa fue una prioridad a la hora de gamificar la experiencia de aprendizaje. Y nos propusimos dos desafíos: crear al menos un juego musical y contar con grabaciones propias. De ahí la mayor carga de trabajo para programación, y de que este proceso contó con la colaboración directa y constante de Felipe Milano, nuestro director musical. Así, creamos dos nuevas mecánicas de juego: una muy dinámica, hasta el punto de contar con versión arcade dentro de la app, y una segunda que es un quiz musical. Para los dos contamos con nuestras propias grabaciones del guitarrista Pepín Naranjo en los estudios Artesonao -también realizamos grabaciones de campo en la Peña Juan Breva y en el taller de la luthier Susana Martín-.
¿Por qué no hay una historia fuerte que sirva de hilo conductor en Flamenco!? Fue una decisiṕon temprana. Este proyecto quería reunir formación en flamenco y turismo -este videojuego ha sido financiado por el Ministerio de Cultura y desarrollado en el Tourism Hub de la Diputación de Málaga- además de una mayor dosis de entretenimiento del habitual en nuestros videojuegos. Era un concepto nuevo para nosotros. Y quisimos probar a apostar a que el propio contenido formativo, el flamenco, bastaba para atraer al jugador. El flamenco no necesita de storytelling, pero si hay storytelling en cómo lo enseñamos.
Nunca dudamos de que nuestro personaje principal fuera el Piyayo. Quizá haya que señalar el por qué de esa seguridad. El verdadero Piyayo, un cantaor malagueño de principios del siglo XX, fue un personaje magnético, que vivía mucho en las calles, y que aportó su carácter al flamenco con alegría e influencia cubana. Leyenda y protagonista de mil anécdotas, hasta se rodó una película sobre su vida en los años 50. Siempre se nos presentó como el cicerone perfecto, siempre creímos que el verdadero Piyayo se ofrecería a un turista a contarle historias flamencas. Y queremos creer que al Piyayo le había gustado nuestro doble digital.